Eibar en un Museo
Realiza un recorrido
por 600 años de evolución técnica del sector, con más de 200 armas. El Museo de la Industria Armera se ubica en la casa de
cultura Portalea, antigua fábrica de escopetas AYA
por Félix Morquecho
EIBAR. DV. La
ciudad armera paga hoy una deuda consigo misma con la inauguración del Museo de la Industria Armera. Se trata de un proyecto
que llega tras cuatro años de trabajo y seis siglos de historia. El fondo de armas con que contaba el Ayuntamiento necesitaba
una salida y por eso, el museo recoge la historia de una industria que dió fama internacional a Eibar.
La exposición
permite ver más de 200, del medio millar de armas con que cuenta el consistorio. Pronto se adquirirán 400 más pertenecientes
a los fondos de la ya desaparecida fábrica Star. Pero si de algo no presume el museo es de cantidad, sino de calidad. Las
piezas que se muestran son únicas, en un recorrido que arranca con una lombarda del siglo XV y que finaliza en la 'vitrina
del siglo XXI' en la que se puede ver la producción actual de los talleres eibarreses. Entre ambos, trabucos, revólveres,
pistolas automáticas, escopetas o mosquetes van dando cuenta de los cambios técnicos que fue viviendo el sector a lo largo
de los siglos.
El recorrido
de la exposición se inicia con la proyección de un audiovisual de 18 minutos en el que se resumen la historia de la industria
armera en Eibar y su entorno. Seguidamente, se comienza por los antecedentes industriales, con los primeros sistemas de ignición.
La evolución hacia armas de chispa lleva a un siglo XIX lleno de novedades, con las armas de pistón y la aparición del sistema
de retrocarga. Finalmente, en el siglo XX se aprecia la adaptación que se hizo de armas extranjeras y el desarrollo de la
decoración de las mismas.
En este recorrido
no faltan las curiosidades. La pistola-llave es la pieza más antigua de las que pertenecen al fondo municipal. También hay
bastones que disparan, armas en miniatura, algunas diseñadas para las damas, o avisperos de múltiples cañones. Pero la evolución
de las armas en Eibar dejó también un rastro artístico. La ciudad contaba con Escuela Municipal de Dibujo ya en el siglo XVIII.
Allí se formaban auténticos artistas que decoraban las armas mediante grabado, damasquinado, ataujía, cincelado o repujado.
Estas labores encuentran también su reflejo en un museo que presenta los distintos trabajos relacionados con el sector armero.
Dos talleres
El mejor ejemplo
del trabajo artesanal en la escopeta se encuentra en la recreación de dos talleres. El primero de ellos es el del damasquinador.
Sus utensilios permiten conocer un trabajo que se ha mantenido invariable hasta la actualidad, y una ventana de la derribada
empresa Alfa completa este sector.
Por otra parte, el Museo cuenta con un auténtico taller armero, realizado con las
donaciones de diversos armeros. Piezas auténticas que se reparten entre los puestos de los cuatro trabajadores necesarios
para la construcción de la escopeta, culatero, basculero, cañonista y grabador.
Es destacable
también la ubicación del Museo, en el edificio que hasta los años 80 acogía la empresa de fabricación de escopetas AYA y que
hoy es una casa de cultura. Tras la inauguración que se celebra hoy, el Museo acogerá un fin de semana de puertas abiertas,
con el fin de dar a conocer este patrimonio industrial.