Un fenómeno poco conocido pero...mortal
En
repetidas oportunidades, durante el desarrollo de algunos deportes de contacto, los jugadores han sufrido una muerte súbita.
Este hecho se ha producido repetidamente en el básket, como consecuencia de los saltos en procura de la pelota, momentos en
que un golpe seco, un codazo aplicado involuntariamente en la zona esternal, podría llevar a la muerte.
El esternón
es un cartílago elástico, que cubre la zona del corazón entre la horquilla esternal y el apéndice xifoides. Cualquiera podría
presionar con fuerza en esa zona sin inconvenientes, pero cuando la presión desarrollada se efectúa violenta e instantáneamente,
suele traer como consecuencia la disfunción del nódulo sinusal cardíaco, que deja en consecuencia de producir la energía eléctrica
suficiente para ser transportada por el haz de Hiss a las aurículas y ventrículos, conduciendo a la muerte.
En una oportunidad,
un médico forense de la morgue judicial de Buenos Aires, recibió el cadáver de un delincuente abatido en un enfrentamiento.
El cuerpo estaba protegido por un chaleco antibala, sobre el cual habían impactado tres balas calibre 9 mm. Mientras procedía
a quitar el chaleco para desarrollar la autopsia, pensó que una bala lo había atravesado y alcanzado el corazón, pero el cuerpo
no tenía daño alguno, ni por fuera, ni por dentro: había fallecido por concusión cardiaca.
Si bien no
existe consenso, los médicos expertos en la materia creen que una presión violenta que exceda los 25 mm de profundidad en
la zona mencionada, podría producir la muerte. Esto no quiere decir que el chaleco sea malo o bueno, simplemente se trata
de una prenda que si proviene de la Norma de los EE UU, NIJ 0101.03 (National Institute of Justice), admite un trauma de 44
mm. Es por esto que se utilizan placas de protección o antitrauma de diversos materiales, colocadas en la zona esternal.
Los Niveles
de la Norma NIJ, son verificados en laboratorios de gran precisión, disparándose varios tiros sobre cuatro chalecos, con diferentes
angulaciones, calibres y condiciones de humedad. Hasta 1999, el Registro Nacional de Armas aceptaba pericias efectuadas por
los laboratorios de la Policía Federal, Gendarmería Nacional y Escuela Superior Técnica del Ejército, laboratorios que no
cumplían las exigencias NIJ.
Ahora y como
consecuencia de la imposición de la Norma de chalecos antibala argentina MA.01, que es un maquillaje de la NIJ 0101.03, lo
hace exclusivamente la Escuela Superior Técnica. No obstante la MA.01, sigue admitiendo los 44 mm de trauma, algo ciertamente
imprudente. Por este motivo, es conveniente que los adquirentes de chalecos antibala Norma MA.01, exijan también una placa
antitrauma que evite la concusión cardiaca. En teoría, no deberían existir ofertas de chalecos antibala en el mercado sin
la constancia de haber sido periciados ahora correctamente por le Escuela Superior Técnica y que aseguren en la zona esternal
no más de 25 mm de trauma.
Cabe acotar
que los chalecos no son utilizables contra elementos punzantes, ni flotan. No obstante existen chalecos flotantes, contra
punciones y femeninos. Este último posee en la parte correspondiente, una forma similar a la de un corpiño. En el caso de
las mujeres, su forma es una necesidad, debido a que con un chaleco común, un impacto en la zona de las mamas, podría con
el tiempo convertirse en un incipiente cáncer mamario.
Un
chaleco antibala certificado, es una garantía en el Nivel para el cual fue fabricado y asegura poco menos de un 50% más de
seguridad y supervivencia en peligroso azar de la muerte: los disparos en tiroteos callejeros.
Buenos Aires, octubre de 1999