COLECCIONISMO
ARMAS ENANAS
Los comienzos del Siglo 20, se caracterizaron por un desarrollo técnico
inusitado en el mundo de las armas de fuego. La alta capacidad de los armeros austríacos y alemanes, no exenta de buen humor,
permitieron la manufactura de armas en miniatura, que fueron y siguen siendo verdaderos récords de ingenio y capacidad artesanal.
He aquí por orden cronológico de aparición, las pistolas semiautomáticas reconocidas en el mundo como las más pequeñas:
ERIKA, 4,25 mm, Austria
En 1913, Austria obtuvo el récord mundial liliputiense en armas de fuego,
con la aparición de la pistola semiauto Erika calibre 4,25 mm.
Fue construida por Franz Pfanni, en Krems am Donau (Danubio) hasta el año 1926. Tenía 125 mm de alto por 105 de largo, con cañones de 37 o 57 mm de extensión. La pistola con cañón de 37
mm pesaba 225 gramos y podía
cargar hasta seis cartuchos encamisados de ese calibre. Respecto de su proyectil, se dice que podía penetrar una madera de
pino de 40 mm, por lo que no podía considerarse un juguete. Poseía un sistema de seguro clásico y apertura de corredera convencional.
Fue récord mundial en miniaturismo.

KOLIBRI, 2,7 mm y 3
mm, Austria
Un año después, en 1914, el récord anterior, fue batido por la más pequeña
conocida de todas las pistolas semiauto, la Kolibrí, calibre
2,7 mm, fuego central, con bala encamisada de 3 grains,
de aproximadamente 500 pies por segundo de velocidad
inicial, con cargador de 5 cartuchos. Respecto de su velocidad inicial, otros investigadores suponen que alcanzaba entre 650
y 700 fps, logrando una penetración de 1,5 pulgada
en madera de pino. Fue manufacturada entre los años hasta 1920, basando su diseño en la Erika, pero construida por Georg Gräbner de Rehberg bei Frems am Donau (Danubio). La pistola
tenía 70 mm de largo y venía provista de una funda
tipo monedero. En el calibre 3 mm, la punta era de plomo.
Récord mundial que entra cómodamente en un paquete de cigarrillos común.

LILIPUT 4,25 mm Alemania
La última de las enanas fue esta pistola semiautomática, fabricada alrededor
de 1920 por August Menz de Suhl. Utilizaba los mismos cartuchos diseñados para la
Erika, que pesaban entre 12 y 15 grains, con una velocidad inicial de 500 pies por segundo.
El gran mérito de todas estas armas, era su manufactura en semiauto, con
cargador destacable, sistemas de alimentación y seguros similares a sus hermanas de tamaño normal y que ¡funcionaban a la
perfección!

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