Es imprescindible salir
del aislacionismo en que nos encontramos
A fines de la década del 40, Enrique Díaz Sáenz Valiente,
campeón mundial de tiro rápido (antes, siluetas olímpicas) solía efectuar en el TFA de Buenos Aires, demostraciones públicas
de su pericia. Se trataba de una época donde el tiro era una actividad popular, como ahora, pero mucho más mediática y respetada.
El noticiero Sucesos Argentinos tomó la noticia, donde Sáenz Valiente desde 25 m, disparaba en rápida secuencia dos tiros sobre sendos globos inflados. El detalle era que esos globos, estaban sostenidos
por un voluntario, fanático y sonriente admirador, en el interior de sus brazos en jarra. Mi tío, Dionisio Fernández, también
del equipo, solía cortar flores a balazos en el TFA y en una oportunidad cual Guillermo Tell - disparó sobre una manzana...puesta
sobre la cabeza de un admirador. Indudablemente se ha evolucionado mucho en cuanto a conceptos y criterios de seguridad y
buen gusto. Desde principios del siglo XX, se estableció en la Argentina un enorme apoyo al tiro ciudadano, en los
TF y en las escuelas secundarias. A nadie se le ocurriría pensar que de esa manera se podrían generar mentes o actitudes violentas,
tal como ahora algunos suponen que podría suceder, pero sin fundamento alguno. En ese entonces, cualquiera adquiría armas,
o las importaba, o las transfería, o las fabricaba. No existía control alguno.
Pero el mundo cambió y la Argentina fue
cambiando también. La época de la seguridad casi total, la ausencia de drogas y el espíritu pacífico y amigable de los argentinos
fue transformándose, hasta llegar a un estado de recelo mutuo, pérdida de los valores fundamentales, falta de rumbo y toda
esa serie de vertientes que contribuyeron con el aumento de la criminalidad, que caracteriza al momento actual. Lo que no
cambió fue la actitud del tirador, con derechos adquiridos, que se avino a cumplir bien que mal, con los exigentes controles
que nuestra ley de armas y su organismo de aplicación, el RENAR exigen.
Quienes no conocen la particular sicología de los aficionados
a las armas, influenciados por los conceptos generales de los Organismos Internacionales y por las ONGs de aquellos países
donde la violencia ciudadana es una realidad, buscan implantar en la Argentina criterios restrictivos ajenos. Como la violencia
criminal muchas veces emplea armas de fuego, tratan de combatirlas, sean quienes sean sus tenedores. En una confusión coyuntural,
muchas figuras públicas de la Argentina, creen encontrar en la tenencia legal de armas, una vertiente importante de la actual criminalidad.
Mientras tanto, los legítimos usuarios, descubrieron
en sí mismos que eran honestos, que no vulneraban la ley y que si ocurría algo discutible, se trataba de infracciones administrativas
o algunos hechos penales, la mayoría de las veces avalados por fallos judiciales, en ejercicio de la legítima defensa. Esa
parte del total es muy pequeña, sólo el 0,01 %, que reiteradamente invocan con merecido orgullo. (1) Pero subyace un concepto
erróneo en el legítimo usuario, al suponer que los derechos adquiridos son inmanentes, que la ley de armas es eterna y que
las ONGs. antiarmas son absolutamente despreciables. Muchos aficionados piensan en la NRA, como una solución aplicable
a nosotros. Pero la NRA exige a ultranza, que en EE UU, el país civilizado más violento del mundo, se mantenga vigente
la segunda enmienda constitucional: todo ciudadano tiene derecho a poseer y portar armas. (2) En nuestro caso, esto no es
aplicable y nosotros respondemos con nuestra ley: los ciudadanos que cumplan determinadas exigencias, adquieren el derecho
transitorio de tener armas y muy pocos de ellos a portarlas.
Mientras tanto, en el hemisferio norte, se inventaban
las cerraduras modernas, las puertas blindadas, las alarmas, el adiestramiento doméstico de perros, el monitoreo a distancia,
los elementos de protección antirrobo de automotores, los autos blindados, las cajas de seguridad, las lecturas biométricas,
las claves, la seguridad privada y los cursos de defensa personal armada. Tanta prevención a lo largo del tiempo, refleja
que realmente se fueron tomando medidas para oponerse a la creciente violencia en esos países. Simultáneamente se tomaban
medidas para oponerse a la proliferación de armas de fuego, porque en la mayor parte del mundo no existe un estricto control,
como existe en la Argentina.
También en el hemisferio norte, se formaron ONGs poderosas, que
están tratando de evitar la proliferación de armas pequeñas, que obtuvieron un fuerte apoyo económico y que en el fondo, también
buscan el desarme indiscriminado. Esas ONGs están actuando intensamente en nuestro país, reciben apoyo político y financiero
nacional y extranjero y escriben, contactan, se expresan con altura, constituyen foros, actúan silenciosa y eficazmente a
nivel del Poder Ejecutivo, Legislativo y con cierto apoyo judicial, policial e internacional. Ellos no son enemigos de los
Legítimos Usuarios, buscan reducir el crimen y el camino elegido, consiste en disminuir las armas de fuego en poder de manos
ilegales.
Mientras tanto, nosotros, los legítimos usuarios, tenemos
en Internet varios Foros del Tirador, donde la mayor parte de los temas, como es lógico, están relacionados con las armas
de fuego y rara vez se tocan temas de fondo. Nuestras ONGs son escasas, criticadas, acusadas gratuitamente, en una especie
de canibalismo corporativo, como ya hizo con ATARA y con ATLAS, lo mismo que con el propio RENAR. Es normal que en los Foros,
los participantes se expresen a veces sin fundamento, con una procacidad muy lamentable, en forma anónima y dando una imagen
muy pobre de nosotros mismos, los tan castigados Legítimos Usuarios.
Ha llegado el momento, tal como lo hacen las ONGs restrictivas
o abolicionistas, de participar desinteresadamente en el riñón de nuestras propias ONGs, apoyarlas y respetarlas, sin pedir,
sino dando y seguir demostrando mientras tanto, con nuestra conducta, que la ley de armas no está equivocada, que tiene absoluta
vigencia en el marco de un país de excepción, de tiradores mentalmente sanos y honestos, también de excepción. Es necesario
apoyar el combate del tráfico ilícito y la destrucción de las armas secuestradas. Darse cuenta que también es ilícito la no
declaración de nuestras armas o las que tienen nuestros amigos o parientes en esas condiciones. Es necesario renovar las credenciales
sin la necesidad de una intimación del RENAR y actuar con la madurez que exige el momento actual y los que se vienen. De lo
contrario, debido a nuestra propia incapacidad, algún día nos pareceremos en algo a los ingleses: no podremos poseer ningún
tipo de armas de fuego. (3) La consigna debería ser: armas, si, pero acatando el debido control, de lo contrario, los únicos
que podrán tener armas, serán los desconocidos de siempre, la delincuencia.
(1) Brasil comete el 20% de infracciones
entre sus usuarios de armas de fuego. (2) Por cada 100.000 habitantes, en Buenos Aires se cometen 5,17 homicidios (1997-1999),
mientras que en Nueva York, 9,38 y en Washington DC, 50,82. En estas ciudades está prohibida la portación de armas. (3) En
Inglaterra, en los últimos 10 años, se incrementó un 700% la criminalidad y en los últimos dos, los homicidios o intentos
en un 200%. En Escocia solamente, en 1990, se incrementó en un 27% la acción criminal con armas de fuego. A pesar de la prohibición
total existente el IRA sigue actuando y por supuesto, con armas de fuego.
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